7/5/09

Así se baila el tango de Pugliese

La orquesta Color Tango presenta "Con estilo..." su cuarto CD. Esta placa, que reúne las piezas más conocidas que interpretó Osvaldo Pugliese, revive la forma de tocar del célebre pianista. Según el bandoneonista Roberto Álvarez y el contrabajista Amílcar Tolosa, lideres del grupo, el trabajo también es "un homenaje a todos los bailarines".

Viernes de milonga en San Telmo. Desde la puerta del Centro Cultural Torquato Tasso, frente al Parque Lezama, se escuchan temas en dos por cuatro. Adentro, en la pista, están los bailarines locales y algunos turistas que no dudan en encender sus cámaras de video cuando descubren alguna pareja que sabe moverse. Y todos se juntan al final de cada tema para aplaudir a la orquesta Color Tango, que toca "Gallo ciego", "Pata ancha", "Negracha" y "La cachila" al estilo Osvaldo Pugliese.

Color Tango nació en 1989, cuando el violinista Fernando Rodríguez, el bandoneonista Roberto Álvarez, y el contrabajista Amílcar Tolosa -músicos de la orquesta de Osvaldo Pugliese- decidieron armar un nuevo proyecto. Al poco tiempo, y cuando el grupo apenas estaba formado, los intérpretes fueron convocados para hacer una gira de conciertos por Holanda. Además del debut en vivo, ese tour les permitió grabar su primer CD y hasta darle el nombre definitivo al conjunto: "Antes de salir para la gira no teníamos nombre. Entonces, a una bailarina de tango holandesa se le ocurrió éste. Y nos gustó porque es un título que se puede traducir en varios idiomas -agrega sin disimular su visión comercial-. Después nos enteramos de que en la década del 20 se le llamaba color tango a un tono entre el anaranjado y el ladrillo. Y además hay un tango de Julián Plaza que lleva ese nombre. Por eso pedimos autorización para usarlo".

La orquesta fue bien recibida en diferentes países. Realizó once giras por Italia (la última fue en febrero pasado), tocó en Noruega, Suecia, Francia y en el Japón, donde llevó una gran compañía de diez parejas de baile. La próxima salida será presentarse en Nueva York, para la cual ya tienen programadas fechas en los barrios de Brooklyn y Queens. Entre sus viajes, luego del primer compacto, la formación grabó los álbumes "A toda orquesta", "Timeless", y ahora presenta "Con estilo..."

Las tres primeras placas tienen arreglos propios, pero que conservan las formas características de Pugliese, su mayor referente musical. "Yo tengo la camiseta puesta, admite Álvarez. Algunos nos preguntan por qué hacemos su estilo. ¿Y por qué no?, si tuvimos la suerte de estar adentro de su orquesta. Además, es un estilo riquísimo que no debería perderse. No hay que desesperarse por encontrar una forma. Pugliese salió de (Julio) De Caro. Y sus primeras grabaciones sonaban a De Caro, pero después encontró su camino. De todas maneras, lo nuestro no va a sonar igual porque no está Pugliese. Y venimos preparando a unos pibes jóvenes (los que tocan en el grupo) que van a seguir con esto".

El último disco, dedicado a los bailarines, recopila una serie de temas interpretados con los mismos arreglos de don Osvaldo. "Los bailarines son los que capitanean el trabajo. Sobre todo porque afuera gusta mucho la danza. En Italia los empresarios son fanáticos del estilo de Pugliese, por eso nosotros estamos como pato en el agua. Algunos pueden pensar que nos tomamos el atrevimiento de tocar sus arreglos, pero no se trata de eso. Los bailarines quieren bailar con las orquestas de antes, por eso hay que sacar de los discos y tocar lo más arrimado posible a eso. Este disco tiene diecisiete temas que son casi los mayores éxitos que tuvo Pugliese: 'Gallo ciego', 'La payanca', 'La yumba'... títulos muy conocidos".

Alvarez reseña algunos cambios que sufrió el tango y, al mismo tiempo, señala que esta música debe mantener su espíritu de género bailable: "Cuando el tango tuvo su recaída, en la época del Club del Clan, se inventaron los cafés concert. Ahí se hicieron cosas para ese público que se quedaba sentado escuchando: el bandoneón que estiraba una nota, el violín que cuando hacía un solo paraba toda la orquesta. Así se dio un mayor lucimiento de los músicos y de los solistas. Pero el tango tiene una riqueza rítmica extraordinaria que jamás tendría que haberse perdido. Y ahora, en las milongas, se vuelve a eso. Hay pibes nuevos que vienen empujando este fenómeno".

Una de las características que definía el estilo de cada orquesta era su manera de acentuar el ritmo: "Tocaban más movidito, sin tantas paradas -explica Amílcar Tolosa. Tenías a las de (Juan) D'Arienzo y (Alfredo) De Angelis, y la antítesis, que eran las de (Osvaldo) Pugliese o (Carlos) Di Sarli". Aunque el contrabajista y el bandoneonista admiten que los bailarines elegían más a D'Arienzo, (Ricardo) Tanturi o De Angelis, no pueden dejar de lado su fanatismo: "Pugliese tenía una hinchada terrible, y ahora se lo está redescubriendo", dicen.

-- ¿Hay tangos más bailables que otros, o depende especialmente de la orquesta que los interprete?
Roberto Álvarez:
-- Depende bastante de las orquestas. Un gran porcentaje del público prefiere a Juan D'Arienzo, por ejemplo.
Amílcar Tolosa:
-- Pero hay de todo. Están los que eligen a Miguel Caló, Tanturi-Castillo-Campos, o Vargas-D'Agostino, Fiorentino-Troilo, porque entonces estaban los binomios de cantante y orquesta. Y también están los que bailan a Pugliese, que es un poquito más denso.

-- Los bailarines recurren a los viejos tangos ¿es porque no hay nuevos temas compuestos con esa rítmica?
Tolosa:
-- Creo que hay compositores, músicos y letristas. No hay, por supuesto, la cantidad que había en la década del 40 y en la del 50.
Álvarez:
-- Los nuevos no tienen mucha oportunidad de que los escuchen y los graben. Una vez le pregunté a Pugliese por qué Troilo no siguió componiendo. Y me dijo: "Es simple. Antes había oferta y demanda. Los cantores se peleaban para ir a las editoriales a conseguir cosas nuevas para grabar. Había competencia entre las orquestas, se hacían películas. Venía alguien del cine porque necesitaba un tango para su película". Se grababa, se tocaba y se bailaba. Después eran éxitos. Ninguna orquesta grababa un tema antes de haberlo tocado durante seis meses. Hoy grabás y, por ahí, no te enterás nunca si gustó o no gustó. Ahora es muy difícil. Encima, con esos diez años de poca actividad, luego del Club del Clan, lo nuevo quedó aislado de lo anterior. Por eso se sigue consumiendo lo anterior. Y cuando el bailarín escucha "Quejas de bandoneón" por Troilo ya sabe de qué se trata. Un tango nuevo va ser más resistido. A lo mejor, si se tocara constantemente en las Milongas, si volviera ese tiempo en las Milongas, se podrían mostrar un poco más.

Mauro Apicella (La Maga – 1/4/1998)

Como homenaje a Roberto Alvarez, que hoy está festejando sus 69 años. Felicidades maestro!
Miguel Recuerdo

1 comentario:

Anónimo dijo...

pero despúes de leer los comentarios de Beba Pugliese sobre el sr. Alvarez, tengo mis serias dudas de la honorabilidad de sus actos.