
Quisiera extenderme algo mas sobre esa época, para reverenciar desde aquí, a pesar del tiempo pasado, a quien fuera mi "patrona", como se llamaba a quien uno le llevaba los palos de golf. Una gran señora. Una gran dama, integrante de una gran familia que frente al golf, tenían una casa quinta que se llamaba "El naranjal": la Sra. de Novaro. El master caddie que era un gran tipo, se llamaba Frankie, me hacía cantar delante del socio del club para que "agarrara una changa". De manera que si yo quería "agarrar una changa" tenía que tener siempre ganas de cantar. Volviendo a la Sra. de Novaro, le diré que me escuchó y me pregunto si mi madre podía ir a conversar con ella. Así lo hicimos con mamá y nos atendió con la deferencia con que saben hacerlo las grandes señoras. Le propuso a mi madre que yo estudiara música y canto con la profesora de sus hijos que también eran seis, si mal no recuerdo. Debía ir dos o tres veces a la casa de la profesora, donde comencé mis estudios de solfeo y vocalización. A través de los años me persiguió la angustia de haberme portado ingratamente con la Sra. de Novaro, pues mi padre en una reunión de amigos conoce a un avisador de programa en Radio La Voz del Aire y arregla con él mi debut a los pocos días. La profesora me lo prohíbe, ya que en ese tiempo estaba en la época en que los pibes cambian el registro de voz. Por no contradecir a mi viejo, debuto en radio acompañado por dos guitarristas, Mario Hernández, chofer de uno de nuestros colectivos y Vega, un negro macanudo. Pero el hacerlo pese a la negativa de mi profesora, me dio mucha vergüenza, tal es así que nunca volví al club, y tampoco a saludar a esa gran señora que por muchos años que pasen, no podré olvidar por su comprensión, su bondad y el trato de gente que nos daba a pesar de la gran diferencia de posición social. Por eso con estas palabras y con este tema musical, quisiera homenajear a quien tanto hizo por el que mas tarde fue Julio Martel.
(redactada por Julio Martel)
En la primera foto, Julio es quien aparece en segundo plano, a la izquierda. Le sigue Martín en el centro y Miguel a la derecha. Adelante están Lalo, María, la hermanita fallecida trágicamente en un accidente después de esa toma fotográfica, y Pablo. Gogo, el más pequeño, no está por ser aún un niño de brazos.
Miguel Recuerdo.
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