Por
Lorenzo Barbero (1)
EL
SELLO DISTINTIVO DE UNA ORQUESTA ES SU ESTILO, ¿QUIÉN LO DA? ¿EL DIRECTOR O EL
ARREGLADOR?
En
las orquestas típicas de tango, los estilos orquestales determinan sin lugar a
dudas la personalidad del intérprete-director, su cultura musical, su cultura
general y, sobre todas las cosas, determina el origen en su gusto por algunos
tangos.
El
estilo orquestal, es un lenguaje musical que, interpretado por todas las líneas
de la orquesta a indicaciones de su director o creador, logra una expresión
musical de conjunto, y es así como hay tangos que se prestan magníficamente
para un estilo orquestal y otros no; supeditar a toda fuerza una composición a
un estilo orquestal se corre el riesgo de atentar contra la auténtica
composición, es decir contra lo que desea expresar su autor y el compositor.
Francisco
Canaro y Roberto Firpo son adelantados en la materia porque dejan el compás de
dos por cuatro para interpretar el tango en cuatro por ocho. De esta manera
competían mejor con la música popular que nos llegaba de afuera, llámese jazz,
tropical, o el mismo vals vienés.
Francisco
Canaro y, posteriormente a partir del año 1920, Julio De Caro, imponen un
estilo orquestal que permitía una buena sonoridad en el uso de la armonización
y, además, facilitaban la posibilidad a los solistas para su lucimiento, ya
fuera un violín como Elvino Vardaro o Cayetano Puglisi.
El
estilo Decareano es determinante en cuanto hace jugar en partes musicales, bien
definidas, los solos de violín y piano.
Hubo
orquestas típicas y actualmente también, que utilizan la percusión en sus
conjuntos, especialmente para subrayar la síncopa, anticipada al compás, o bien
en trémolos o en los finales. La percusión, a mi criterio, es imprescindible en
una típica que exprese los ritmos del tango, la milonga o el candombe.
Francisco
Canaro revolucionó la instrumentación de la orquesta típica, incluyendo a la
misma la percusión, el clarinete y la trompeta.
Osvaldo
Fresedo fue más allá agregando, además de la percusión, las cuerdas completas,
es decir, violín, viola y violoncello, y para la percusión empleó el sonido del
xilofón y el arpa.
El
tango, en las partes de piano que se editan, se escribe de una manera y, posteriormente,
la interpretación es otra, hasta llega a cambiar configuraciones. A ello se
debe la gran dificultad que tienen las orquestas americanas y las europeas para
interpretar el tango, porque al limitarse al grafismo escrito no logran
percibir el "aire de porteñidad" que todo tango debe tener.
Los
estilos orquestales han sido un enorme progreso para el tango y han permitido
su universalización. Son producto del director intérprete, que determina a su
orquestador cómo se deben repartir las partes de su orquesta y las voces de la
armonía para obtener una mayor sonoridad al cuerpo orquestal.
Podemos
distinguir estilos muy definidos en las orquestas típicas de Osvaldo Pugliese,
Carlos Di Sarli, Osvaldo Fresedo, Francisco Canaro, Alfredo Gobbi, Jorge Arduh,
Alfredo De Angelis, etc. y en el marcado en cuatro en forma superlativa lo son
Juan D’Arienzo, Rodolfo Biagi, Ricardo Tanturi y otros.
Concluimos
diciendo que el estilo orquestal no lo da el instrumentador; salvo excepciones,
siempre lo da la personalidad de intérprete que tiene el director de la
orquesta.
(1)
Director de la Orquesta Típica de la Argentinidad. Artículo publicado en la revista
"Córdoba Tango", Año 1, N° 2, marzo de 1996. Reproducido por
gentileza y con autorización de su director, Julio César Luna.
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